Por suerte o por desgracia,
la vida, antes de tiempo,
me otorgó el conocimiento
de las armas
que juegan en sucio;
traté de comenzar esa partida,
pero descubrí que mis propias armas,
me automutilan,
no por ignorancia o desconocimiento
(ojalá)...
El odio me envenena
el interior,
nada hay más valioso
que vivir en paz con tu propio ser;
fue entonces que
aprendí a buscar entre las raíces
de los árboles carcomidos,
todo en esta vida...
es causa y efecto,
acción y reacción...
en definitiva, todo es comprensión.
Escuchar y ser escuchada,
es mi compromiso con los míos...
El cariño es fuerza.
Mi calor es libertad.
Pd: Dedicado a Lara.
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