Titila tu nombre
entre las palabras que componen
mis versos.
Divisando el horizonte,
encontré, con la transparencia
de la frialdad tuya, tu mirada,
ese añil que me traslada
a imágenes abstractas,
por tanto que oculta,
aunque, quizás, no guarde nada.
Te pospongo en cada momento
de mi tiempo,
y, sin abarrotarme,
terminas volviendo
y buscas esos abrazos
que, por mero compromiso,
terminaré dándote,
y será entonces que conocerás
la gélida brisa de mi aliento
y esta sonrisa que mitiga los afectos...
Y te marcharás
como haces siempre,
y, al verte lejos,
te soñaré,
trasladándome a las
imágenes abstractas
que me llevarán a desearte
otra vez,
cuando ya no estés.
No hay comentarios:
Publicar un comentario