Al compás de mis cuerdas vocales
bailaban tus manos bajo mi falda.
Es embriagante perder la noción
durante unos instantes
que olvidan el ayer y el sufrimiento
naufraga en la ebriedad del beso.
Y abrir los ojos...
una noche loca más, otro vacío
el despertar ante unos ojos fríos.
Los pies escarchados,
la tortura solar del amanecer,
se marcha el universo estrellado de nocturnidad
y otro cielo despejado da paso a la resaca.
Y al volver, del futuro al presente...:
- Lo siento, se hace tarde. Hasta siempre.
Al compás de esas cuerdas vocales y al compás de tus versos mi lectura baila y goza leyendo éstos versos. Silenciosamente se asoma el amor.
ResponderEliminarBesos.
Más vale el apacible silencio que los brutales asaltos. Gracias Pablo, tus palabras siempre suenan a gloria.
ResponderEliminarBesos
Cada vez mejor, querida. Pronto serás insuperable. Me encanta.
ResponderEliminarGracias Sharona, tú sí eres insuperable, cada vez que me escribes me subo en las cimas de las montañas :-)
ResponderEliminarescueto y certero. muy bien, hermanita
ResponderEliminarIdentificación? Será cosa de genes... muchas gracias por tu visita! Me voy a dormir contenta!
ResponderEliminar