Lucha que no cesa
entre corazón y cabeza.
Vive, injerto en mis neuronas
el implacable dictador,
imperante, sólido, fuerte,
férreo y desalmado.
Aprendió
a mantener a mis latidos
silenciados.
- Levanta, siempre, niña, la cabeza.
- Niña, no te hundas
-¿Qué sentido guarda el rumbo
de tus venas?
Un repaso de mi yo interno a través de la poesía... Algunos poemas pueden ser difíciles de descifrar. Busca el sentido más metafórico imaginable y hallarás el significado... A veces las musas se marchan, pero siempre hacen un esfuerzo para volver; de ahí la intermitencia en el tiempo de estos escritos. Espero que lo disfrutes tanto como yo cuando me desgarro escribiendo.
miércoles, 29 de junio de 2011
domingo, 12 de junio de 2011
Vacío al amanecer
Al compás de mis cuerdas vocales
bailaban tus manos bajo mi falda.
Es embriagante perder la noción
durante unos instantes
que olvidan el ayer y el sufrimiento
naufraga en la ebriedad del beso.
Y abrir los ojos...
una noche loca más, otro vacío
el despertar ante unos ojos fríos.
Los pies escarchados,
la tortura solar del amanecer,
se marcha el universo estrellado de nocturnidad
y otro cielo despejado da paso a la resaca.
Y al volver, del futuro al presente...:
- Lo siento, se hace tarde. Hasta siempre.
bailaban tus manos bajo mi falda.
Es embriagante perder la noción
durante unos instantes
que olvidan el ayer y el sufrimiento
naufraga en la ebriedad del beso.
Y abrir los ojos...
una noche loca más, otro vacío
el despertar ante unos ojos fríos.
Los pies escarchados,
la tortura solar del amanecer,
se marcha el universo estrellado de nocturnidad
y otro cielo despejado da paso a la resaca.
Y al volver, del futuro al presente...:
- Lo siento, se hace tarde. Hasta siempre.
Tan latente...
Avanzado el mes de abril,
no se atrevió
el Ombligo de Venus
a resurgir,
pero el pétalo de la amapola
se permitió la osadía
de rasguñar mi víscera,
la pasión de su rojo
reflejada en mis ojos,
brotes de sangre coagulados
toman impulso en el corazón,
y hoy, que siento vivo su pálpito,
diástole y sístole
marcan un ritmo acompasado
entre mis cuerdas vocales;
vibrarán
sin cese,
sin silencio.
Para bien o para mal.
(Abril de 2011)
no se atrevió
el Ombligo de Venus
a resurgir,
pero el pétalo de la amapola
se permitió la osadía
de rasguñar mi víscera,
la pasión de su rojo
reflejada en mis ojos,
brotes de sangre coagulados
toman impulso en el corazón,
y hoy, que siento vivo su pálpito,
diástole y sístole
marcan un ritmo acompasado
entre mis cuerdas vocales;
vibrarán
sin cese,
sin silencio.
Para bien o para mal.
(Abril de 2011)
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