lunes, 30 de mayo de 2011

Dormía y callaba, despierto y hablo

Las moscas que sobrevuelan
el cubo de las basuras
iniciaron la revuelta
de mis sentidos
y no fui sola.
Sus alas
se agitaban
entre mi más profunda
víscera,
aguardando el momento,
la cumbre.

Ayer,
mi corazón
recargaba de sangre
un bolígrafo sórdido,
sangre plasmada en papel,
sólo materia abstracta,
ineficaz, fugaz, etérea.

Hoy,
es el mismo corazón
quien palpita enérgico
y ya no tiñe hojas efímeras, blancas
habla, actúa, transforma
realidades,
sin tiempo que perder
(aunque de ello brota)
en el baile esquizoide del sentimiento.

Se ausentan, arrancadas por el viento
mis musas, mi inspiración
y, apenas acudo a sus escasas llamadas,
es tiempo de revolución.

miércoles, 25 de mayo de 2011

El último adiós

Perdidos,
como dos sombras entremezcladas
con la oscuridad,
noches de vacío,
besos cóncavos,
huesos del deseo, cúbito y radio del desamor,
abrazos de silencio.
Ojos que no se cruzan,
miradas posadas sobre la luna,
manantiales en las bocas,
formando ríos con afluentes
que no desembocan.
Vernos, dudar,
miedo a pronunciar "futuro",
pánico a los silencios largos,
querernos unos minutos,
justo antesde despertar.
Inmadurez, indecisión y letargo
en nuestras ánimas enfrascados.
Caricias sustentadas con alfileres
y entrepiernas colgando de hilos.
Inevitable era dar un paso más,
imprescindible ir más allá,
aclarar ideas, devolvernos a la conexión neuronal,
y se soltaron los alfileres
y se cortaron los hilos
y avanzamos hacia atrás.
Recondujimos rabias a destiempo,
estampadas contra el rostro equivocado.

Hijos del desengaño,
mutuamente se curaron
para volverse a apalear.

Un paso hacia atrás,
bifurcando los caminos,
diversificando los destinos,
para poder continuar,
líneas de la mano que, por separado,
se vuelven a surcar.

Antítesis de poetas

Te escuché, corazón, aquella vez
que, como tantas otras, me fallaste.
Y para ti, ninguna lección es suficiente,
por más que apelo a mi razón,
terminas por salir a superficie.
Posees el espíritu del salmón,
que pese a saber que la corriente
de los ríos, será su muerte,
para desobar, siempre vuelve.
Y tú, por más que te encaminen
mis neuronas
terminas hablando a gritos,
como aquel que ansiaba ser escuchado.

Bien, sé cuánto has luchado
por palpitar entre la claridad de la luz
y ganarle la batalla a mi cabeza.
Te valoraré y daré paso, actúa,
pero, por favor, nunca te olvides de ella.

Lejos, te sueño

Titila tu nombre
entre las palabras que componen
mis versos.
Divisando el horizonte,
encontré, con la transparencia
de la frialdad tuya, tu mirada,
ese añil que me traslada
a imágenes abstractas,
por tanto que oculta,
aunque, quizás, no guarde nada.
Te pospongo en cada momento
de mi tiempo,
y, sin abarrotarme,
terminas volviendo
y buscas esos abrazos
que, por mero compromiso,
terminaré dándote,
y será entonces que conocerás
la gélida brisa de mi aliento
y esta sonrisa que mitiga los afectos...
Y te marcharás
como haces siempre,
y, al verte lejos,
te soñaré,
trasladándome a las
imágenes abstractas
que me llevarán a desearte
otra vez,
cuando ya no estés.

viernes, 20 de mayo de 2011

Adiós, silencio

Apagamos el televisor
y decidimos salir a la calle,
domingo 15 de mayo,
¿quién lo diría?
¿acaso alguien pensó
que el grito colectivo
abarcaría tanto lugar
en el tiempo?
Salimos a la calle,
con la esperanza de siempre,
regalarle unas voces al viento
y volver al abundante conformismo.
Salimos y nuestro espíritu
se embriagó,
el pueblo organizó su rabia,
oculta y callada
por tantos años, guardada.
Juntos, una semana ya
pasa silenciando al silencio.
Lucha que se expande
por cada rincón del Estado,
insurrección pacifista,
batalla común
de color apolítico.
Unión que brota
de cada poro en nuestras pieles
unión que perfuma
cada neurona de nuestras mentes.
Saber y expresar
que la democracia no es sin nosotros,
¡BASTA YA!
Esta no es democracia sin la voz del pueblo,
lo olvidaron
y aunque a punto estuvimos
de hacer lo mismo,
nos encargamos de recordárselo
pues hoy nuestras ideas
se agarran de las manos
y se encaminan persiguiendo
un sueño mejor,
un vivir que no se contenta
con un sobrevivir,
dignidad, no borreguismo, gracias...

Y... ¡ADIÓS, SILENCIO!

martes, 10 de mayo de 2011

Otro salto en una etapa vital

Paso las lunas
en este absurdo fluír
del que somos parte.

Me siento una esclava
que, sin más, se deja llevar,
junto a todos.

Protesto
a modo de apaciguar
este ansia de cambio,
logrando nada,
termino por conformarme,
sí, es
desidia, cobardía, desconocimiento.
Sentir cada mañana
que quiero atravesar más fronteras,
muchas más.

Mis inquietudes
colman y destruyen
mi sistema nervioso,
quieren correr, lejos,
salir de tan frívolo flujo...
Y aquí sigo, junto a ellas,
aquejadas, mis inquietudes y yo,
lograndodo nada.
Cambio de vida
si de la anterior extraigo
todo su jugo,
nueva casa, nueva gente,
conservando a los buenos,
a los de siempre.

Pero, al fin y al cabo fluyendo,
mis inquietudes y yo,
un estallido que aclama
agarrar férreamente unas riendas,
impulsándonos a marchar
lejos de aquí, de este,
mi pequeño mundo absurdo,
del que ya he consumido toda luz,
se apagó,
se acabó,
ayer disfruté partícipe,
hoy no es más que una nimiedad
de mi pasado.

Conservando y disfrutando
de los míos,
globalmente
irme física e intelectualmente...
tan lejos...

Y cambiar, cambiar
este... tan absurdo y conformista fluír...

Quisiera... sin embargo...
NO NACÍ PARA LA IGNORANCIA.

sábado, 7 de mayo de 2011

Alma de poeta

Mi alma es poeta,
impulsando una sangre
que quiebra mis venas,
soñadora y desgarrada,
enferma de ideación
como el cólera que hundió
al despechado Florentino Ariza,
como vive un artista sin sus musas,
vivo yo,
enamorándome del amor.
Es mi sentimiento un verso
que surgió en el siglo XVIII, romanticismo,
añorando
aquello que jamás existió,
aquello que podré tener delante
y no querré divisar,
por vivir navegando entre sueños,
elegí como mejor amante
lo abstracto, lo irreal, la idealización.

Diablesa sabia

Sé que disfrutas
cuando dominas,
cuando engañas.

Sé, chica
a cuántos manipulas,
a cuántos dañas.

Sé, bruja
que no mereces
una sola de mis palabras.

Yo soy la diablesa
que no ejerce,
de Satán la hija buena,
que tanto sabe, tanto se guarda
elije la paz y el amor,
desecha las guerras.
Diablesa, tan sólo, por vieja.

Conozco mil tretas,
descubrí mil artimañanas
para despedazar tu alma.
La rabia, la venganza.

¿Y qué ganaría?

Nada, zorra,
más que ponerme a tu altura,
ensuciar mi conciencia,
transformarla en la tuya.
Movería un dedo y... ¡ya ves!
derruiría tus muros.
Sin embargo, llámame tonta,
elijo la ignorancia
y conservo mi posición,
si me situase a tu altura,
bajo las suelas de mis zapatos,
dejaría de ser yo:

Diablesa por sabia,
guardándose para el amor.

miércoles, 4 de mayo de 2011

El metereólogo

Se escapaban
los rayos de sol
entre el tacto gaseoso
de las nubes,
mientras unos labios
rozaban mi vientre,
extremecía mis dedos,
enredados entre su pelo.

El veneno se olía
posado en los capullos
de las adelfas
con la similitud
de una lengua biperina
lubricando mi garganta
y la inestable vibración
de unas cuerdas vocales en mis tímpanos.

La tenue lluvia
inundando y ahogando
cada matojo,
como los abrazos
queman al dolor
y las caricias
desinfectan las heridas
a los desengañados.

Y en la levedad del viento
que mece fría mi piel,
pensó el metereólogo
que habría llegado ella,
la primavera.
¿Yo y la primavera? -le dije-
Yo, metereólogo,
tan sólo soy poeta.