miércoles, 15 de diciembre de 2010

La sociedad postmoderna

En esta sociedad,
cada individuo es tan sólo una etiqueta,
una vez colgada,
ya nadie es nada,
un papel social,
sin más.

El gobierno
es el ejecutor, único, del poder
para la realización de los cambios,
dado que el pueblo se lo ha otorgado.

El estudiante
sólo tiene las horas
y la obligación
de sentarse ante un pupitre,
pese a que la calidad
de la emisión
y
de la recepción,
sea pésima.

Todas las instituciones
se ven sometidas
a la inseguridad
y
a la desconfianza
pues ya no hay modo de afianzarse
en el tiempo.

Los profesionales
se limitan a una burocracia
por impedimento, lo primero,
por pereza al esfuerzo, lo segundo
de agarrar cada matorral desde su raíz:

el trabajador social
extiende cheques-regalo
para callar al necesitado;

el psiquiatra
concede recetas al enfermo mental,
el fin es simplemente apaciguarle;

el profesor
se acoge a bajas por depresión
cuando
unos padres ineptos le reclaman,
de sus  hijos, la educación;

los empresarios
tienen a su cargo
una serie de empleados
cobrando, callando y conformando.

Aquí les presento
estos nimios ejemplos,
porque comenzar
implica no parar.

Todo fluye,
estamos subidos en la grupa
de la luz.
Quien sale del flujo
es el loco,
el desadaptado...
¿en serio?
¿tan simples somos?

Soldar un cable
implica
desintegrar tres;
ante ello, están estos días
en que me aplasta la velocidad
de la realidad.
Obligaciones superpuestas
con otras obligaciones,
encuentra momentos de ocio,
mantén tu moral
y eso sí, no te estreses
o te pudrirás interiormente.

... Y lo más triste,
tras plasmar estas palabras,
me desharé de los tres pinzamientos
que cruzan mi espalda,
hasta que dentro de unos días,
por consiguiente,
me aplome la verdad.

Es absurdo,
dedico estos segundos a reflexionar
y me pesa la culpa de estar
dejando que los minutos fluyan
sin hacer nada más.

Nací en ella
y no termino de adaptarme
a la sociedad postmoderna.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Carta para mi abuelo

Iré a ponerte flores.
Tus recuerdos se condenan
hoy en unas cenizas lapidadas,
entremezclados con
la felicidad,
los afectos pasionales,
el temperamento
que os caracterizaban
en mis primeros años de vida
y la agonía de tus últimos años,
cuando ella nos dejó;
te enseñó una gran lección:
"Sin una mujer al lado, el hombre no es nadie".
Yo, por mi parte, lucho,
cada día,contra semejante desengaño,
pero la realidad siempre termina
por darle la razón.

Aunque ahora...
no puedo reprocharte nada,
te debo demasiado.

¿Sabes?
Gracias a todas aquellas esperanzas
que, en mí, depositaste
y a tu modo de idealizarme,
apelo cada mañana a mi voluntad
con el fin de parecerme a la nieta
que tu psique creó. Aún
te evito esa decepción..

Sigo estudiando, vivo independizada,
tengo un coche nuevo,
soy optimista y fuerte,
trabajo dignamente
y aún conservo mi sensibilidad
y el amor por los míos.
Sin embargo, sólo había un modo
de subir a tu pedestal sin perder la sonrisa
y opté por la vida liberal...
también fumo, hablo con extraños de cualquier índole,
me emborracho y he visitado más almohadas
de las que quisieras. En ocasiones, rehúyo los problemas.
Así es, la perfección no existe,
dado que cada cual tiene un concepto de la misma.

Ya no hay, a nuestros ojos,
nada de ti,
ni de ella,
ni de ellos
y, lo más triste,
nada de aquellos nosotros.
Esencias de lo que fuimos, sin más.

Pero supongo que todo sucede por algo.
Ya sólo quedan las memorias
bloqueándose, para no contarnos
que ayer todo era mejor.
Todo se basa en devorar el libro,
leerlo con ansiedad,
sin retroceder una sola página.

Pero supongo que todo ocurre por algo.
Quizás, de otro modo,
no me sentiría tan satisfecha
de mí.
Cuando todo se derrumba
... aprendes a buscar felicidad en otros rincones.

Ya no queda nada de mi niñez
y todos me lo reprochan.
¿qué le voy a hacer?

Es sorprendente,
se acerca la navidad
y me sigue ilusionando.

Hasta siempre y gracias, abuelo.

jueves, 9 de diciembre de 2010

Ladrones de inocencia

Me pregunto,
mal nacido,
qué harás
al ver tu mirada tan sucia, tan manchada,
en los espejos...

Me pregunto,
cabrón,
qué pensarás,
al recordar la inocencia,
que los pliegues de tus manos,
robaron...

Me cuestiono,
cerdo,
qué peso
tendrá tu conciencia
por las pieles tiernas
a quienes sustrajiste su infancia...

Yo, a penas tenía una década,
¡qué vergüenza!
Y mi escozor es en el alma,
al imaginar
cuántos corazones inocentes,
no corrieron mi suerte,
robándoles tú su niñez.

¿Recuerdas, aún el miedo en mis ojos?
¿Rememoras mi transparencia?
Mamón...
Soy aquella niña que se te escapó.

Seleccionaste buena víctima ¿eh?
dulce mirada,
sonrisa pueril,
hueso delgado y...
largo ¡qué largos eran mis huesos!
qué engañifa,
la fortaleza de mi esqueleto...
Y mi voz...
mi voz virginal...
¿quién te iba a decir
que no la podrías callar?
Suerte´mía
la de aquel día,
me faltó fragilidad.

La horma de tu zapato
¡hijo de puta!
ni con navaja cortaste mis gritos...

Y entonces salió ella,
cual ángel entre estrellas,
a salvarme de las garras
del cuervo más cobarde...
Sólo tres rasguños
marcaron mi cara.
Ahora sí corrías ¿eh?
¿Qué fue de la energía en tus manos
que, sólo unos minutos atrás
me atraparon?

Arrebataste una porción de
mi inocencia,
pero ¿sabes?
cuando vencí ese miedo,
(a las cuchilladas que no clavaste)
resurgí
cargada de fortaleza,
para luchar contra los, como tú,
ladrones de pureza.

Han pasado catorce años,
¿ya te pudres entre rejas?

pd: Dedicado a todos
      esos cobardes y mal nacidos
      que abusan de los niños.
      Los únicos capaces
      de sacarme el verdadero odio.

Querer es libertad

Por suerte o por desgracia,
la vida, antes de tiempo,
me otorgó el conocimiento
de las armas
que juegan en sucio;
traté de comenzar esa partida,
pero descubrí que mis propias armas,
me automutilan,
no por ignorancia o desconocimiento
(ojalá)...
El odio me envenena
el interior,
nada hay más valioso
que vivir en paz con tu propio ser;
fue entonces que
aprendí a buscar entre las raíces
de los árboles carcomidos,
todo en esta vida...
es causa y efecto,
acción y reacción...
en definitiva, todo es comprensión.

Escuchar y ser escuchada,
es mi compromiso con los míos...
El cariño es fuerza.
Mi calor es libertad.

Pd:  Dedicado a Lara.

Ojos de luna

Por ser una amiga sin precedente,
además de innumerables
deseos, sueños y ratos contigo,
te regalo este poema...

Se refleja, niña,
en tus ojos la luna.

La candidez de tu sonrisa
oculta
tu infinita fortaleza.

Tus poros
emanan calor eterno.

Siempre te tendré
entre mis mejores recuerdos...

Por todos esos ratos,
de soledad compartida,
noches de locura y desenfreno,
algunos llantos
e incontables carcajadas.

Una amistad por encima
de todo obstáculo que nos interponga el universo,
dicho así,
esto parece un cuento...
pero por más que lo busqué,
nunca logré leerlo,
y entonces hallé
que en realidad, estaba sucediendo.

Fuimos sabias en construír
estas sendas paralelas,
caminando hacia el paraíso.

Por los 2010 años que todavía nos quedan...
nada hay más satisfactorio,
que pensar cuántos momentos
podremos seguir compartiendo...
cuántas cosas por cambiar,
cuántos sueños por cumplir,
cuánto amor por repartir,
cuántos entes por pulir...
Mucha vida, amiga.

Que el futuro nos siga regalando
la sabiduría
que sólo porta la naturaleza,
la energía de la luna,
el calor del sol,
la bondad
de nuestro corazón,
la inquietud de la cultura,
el infinito amor.

Que esta amistad
siga quebrantando barreras.

Que tus ojos de luna
sigan siendo un haz de luz
en la oscuridad
de mi mar.

Que tus rayos
se bañen
en las profundidades
de mi océano.

Por todo eso,
por mucho más:
Eterna amistad.

Pd: dedicado a Iris

Mis todos

Mi conciencia
es una amapola blanca en el prado.

Mi amor
tiene tantos límites como el universo.

Mi amistad
es cristalina como los mares.

Mi odio
es un individuo desconocido.

Mi comprensión
nace en las raíces de los árboles.

Mi locura
es la acuarela que dibuja mi sonrisa.

Mi intuición
es la amiga que nunca me falló.

Mi mente
se tinta de colores mientras sueño.

Mi realidad
es ese amante al que trato de cambiar.

Mis fantasías
aunque ambiciosas, las suelo alcanzar.

Mi deseo
es poder escribir, a diario, este poema.

Mis ojos...
siempre estaré en deuda con ellos.

Vuestras miradas...
¿qué haría yo sin vuestras miradas?

Miradas

Mi mejor obsesión,
la respuesta a mi intuición,
se sustenta en las pupilas ajenas;
salgo a la calle,
manos a la obra, comienzo mi persecución.

Hay miradas
que no dicen nada.

Hay miradas
en las que late un corazón.

Hay miradas
maternales, cálidas.

Hay miradas
que desnudan.

Hay miradas
frívolas.

Hay miradas
que engañan.

Hay miradas
que dominan.

Hay miradas
que me hacen desfallecer.

Hay miradas
que te cuentan un secreto al tratar de ocultarlo.

Hay miradas
que desmienten lo que hablaban.

Hay miradas
que me roban la razón.

Hay miradas
fáciles de ser domadas.

Hay miradas
pálidas.

Hay miradas
que siempre sonríen.

Hay miradas
de eterno lamento.

Hay miradas
de maldad.

Hay miradas
que no olvido.

Hay miradas
que nos odian.

Hay miradas
que nos celan.

Hay miradas
que me llegan a intimidar...

Me pierden las miradas azules,
me conquistan las miradas marrones,
me confunden las miradas verdes,
me sumergen las miradas negras,
me enturbian las miradas grises.

No hay mayor belleza,
ni magnánima verdad
sin la cromática del iris.

Siempre viví robando ojos.
Aún no sé qué contarán los míos...

Miradas, miradas...

martes, 7 de diciembre de 2010

Conjeturas de marihuana

Todo fluye demasiado rápido,
desde que regresé a la ciudad,
me persiguen las computadoras
escupiendo ruidos siniestros,
una caricatura de los sueños
que no se cumplieron.

Me llaman unos ojos,
me dieron pánico
es una extraña penumbra
de los despertares solitarios,
costosidad de organización,
búsqueda de la autosatisfacción,
descomprometernos a entes ajenos,
que nos descubrieron
en alguna rendija de las cárceles
del alma anochecida...

las enagenaciones
de esta inconformista e idealista
en plena fumada.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

El pequeño paraíso

Existe un lugar,
oculto tras las montañas,
donde el viento se lleva
las malas palabras.

Hay un paraíso,
camuflado entre pinos,
cuyas corrientes de río,
vienen cargadas de optimismo.

Conozco un rincón alejado,
donde toda mente se dispone a soñar,
donde no llega luz de farolas,
donde la luna regala energía,
donde el sol ilumina.

Su abandono,
jamás te abandona,
los matorrales abrigan,
el cielo es más azul
de lo que nuestros ojos imaginan.

Sobran las cervezas,
pues la naturaleza
trae fuerzas
para derribar gruesos muros,
en la conciencia.

Internet se conecta
en los hormigueros,
el único móvil es
el vuelo del águila,
las únicas antenas,
las portan las mariposas;
los escorpiones atacan
a tus angustias,
las arañas cargan,
en cada una de sus patas,
una sonrisa.

En verano, un suspiro,
y el alma en armonía;
en otoño, el chopo rojo,
te invita a tazas de café,
junto a calor de chimenea,
que flambea despojos;
el frío invierno congela los llantos;
en primavera, la flor del almendro,
va madurando,
coloreando de blanco,
al corazón templado.

Tan sólo se escuchan
los susurros del aire,
el cantar de los pájaros,
el amanecer del gallo.
Flora y fauna
de toda especie,
embellecen,
contagiando en positivo,
a cualquiera que se preste.

Cada una de sus cascadas,
trae cargadas millones de gotas,
en que vienen las musas, sembradas.
Los ladridos del perro,
aullan cientos de versos.
Sus bosques hospitalarios,
de cuento,
recogen mágicas piedras,
(se comenta que a la mala gente,
la hechizan a buena).
La tierra se olvida de tus lamentos,
las fuentes se beben tu pasado y los tormentos.
Sus senderos conducen al mar de la alegría,
y, sus escasos paisanos, no conocen la prisa.

Las cimas de sus montañas,
se guardan los malos recuerdos,
y, en el valle, se detiene el tiempo.

Es el rincón cuyos visitantes,
con vista al horizonte,
divisan, sin miedo,
del color de sus sueños,
toda una vida.

Es una tortura volver,
a la realidad de la ciudad,
cuyos segundos, se limitan
a derramar velocidad.

Volveremos a escaparnos,
cuando el tiempo haga un hueco,
a fumarnos la luna,
a cumplir nuestros sueños.

Dejadme que vuele, o me estrelle

Aterriza en mi cara una estrella
fugaz,
esta no era como las demás,
era de aquellas que no cumplen sueños,
a la inversa, en mi pecho,
abren abismos de realidad,
entre ellos, encuentro mi corazón,
cual verde y amarga almendra,
aferrada a su tallo,
apunto de madurar.

Permitidme que me encierre,
al nombrar, en mi presencia,
una guerra,
un alma de colores,
no entiende de reproches,
se agujerea.

No me reclaméis más responsabilidad moral
de la que, hoy, estoy dispuesta a dar,
apelad conmigo a mis briznas de egoísmo,
colaborad para que continúe mi camino.

No soy dada,
cuando no se me reclama,
a entrometerme en la vida de los demás,
dejad que aterrice, o que me estrelle,
agradezco enormemente
vuestro interés y consejo,
pero, ayer, he descubierto,
que en soledad encuentro mi sendero.
No vengáis sin ser llamados,
no quiero más enfrentamientos,
que se me enturbia el pensamiento
y no escupo más que tormentos.

Cuando se trate de comentar
sobre mi vida,
sólo pido
apoyo y sonrisas,
que, para tropiezos,
ya encontraré el momento
y podréis daos la razón,
pero sólo su llegada,
esporádica y no premeditada,
harán que mi almendra
madure y caiga.

En cuanto a mi conciencia,
dejadla al vuelo,
ya he aprendido solita
a sacar las castañas del fuego.

Camino por la vida solitaria,
en rutas paralelas a las vuestras,
procurando no hacer daño,
huyendo de todo aquello,
que me impide alzar mi vuelo.
Quiero seguir a vuestro lado,
no cohibáis mi libertad.

Autorizadme a colocar,
con sosiego,
los estantes de la realidad,
sin prisas, ni agobios,
por más que os desespere
mi modo de actuar,
aunque no nos guste
lo que venga detrás;
en el futuro,
siempre habrá tiempo de pensar.

martes, 23 de noviembre de 2010

El regalo de un gran amigo

la profundidad de tus palabras
claras como cualaflorado jardin
que el sol ilumina,marina

en tu corazon un jazmin
de aroma embriagador
y su fulgor fascina.

Sin temor os digo,marina
alcanzasteis mi pecho
hiciste diana ,marina
pues ahora puedo reir
y llorar contigo,
sin temor a sentir
por ultima vez tu abrigo.

Amistad maldita que me llleva
por ese sendero
grito de alegria y amor
con desespero.
Por las ganas de ti marina
que saciadas nunca estan.

Este aqui se inclina
ante tan excelentisima dama
y pienso aveces
que mi presencia os contamina
marina,tu pureza a mi lado
me parece un pecado.

Soy el fruto del kaos
y vos el fruto de los lagos
con valles verdes, vivos
con sus reflejos como espejos
sobre las aguas cristalinas,
soy afortunadode veras
por que la vida hacia ti
me corriera las cortinas
estragos cause en vuestras vidas
se mas que de sobra que estan disculpadas,
no soy un chico de cuento de hadas
y a mi lado tengo a reinas y princesas.

Aprendi de todo y ahora las sorpresas
entonces anelaba las suststancias y fiestas
ahora añoro vuestras risas .
Sincerándome con mi ser profundo
encontré el tuyo,marina.
Aqui no estas no puedo tocarte
pero te intuyo,sientote
en mi alma como arte....
Que plasma el sentimiento
de un nuevo amanecer
en el desierto.

Te quiero te amo
me despierto y reclamo
tu amistad con el corazon abierto,
con total libertad.
Somos dos
uno para todos...

Fdo: Christian Díaz Ares
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Mil gracias, amigo del alma!

lunes, 22 de noviembre de 2010

Objetiva frialdad

Regresar una y otra vez
a aquel río,
arrojar todo aquello que,
en mi conciencia
o
en mi memoria
tiene un peso mayor al de una pluma
y, en un instante,
mis mejores versos,
mis dolores más agudos,
mis magnánimos secretos
o
mis inconfesables pecados,
comiencen a difuminarse
en la memoria hidráulica,
y, mañana,
tan sólo adopten la confusa forma
de un pedacito del pasado,
tortuoso en espacio y tiempo,
que tan sólo me convierte en la humana de hoy,
reflexionar, sentir en mi pecho el gélido latido
desbrozándome los ventrículos...

Y es que,
¿qué hacer con esta
frialdad objetiva
que aparece envalentonada
esporádicamente?

¿Qué hacer con ella,
que me perjudica y
me beneficia y me salva?

Es salubre dejar el pasado atrás,
pero,
¿lo es en la misma medida,
hacerlo de un modo tan tajante?

sábado, 20 de noviembre de 2010

Otro modo de vivir

Suspendida en el aire
me hallo,
en deuda con la luna,
la mejor de mis musas;
quemada con el sol,
que me sustrae la ilusión;
reclusa de los besos que me robaron,
mis secretos pecados;
intimidada por una mirada
extrema, infinita, pasajera;
cautivada por los hechizos
de palabras que el viento se lleva,
obsesionada con en ese néctar,
que me trajeron las abejas;
hipnotizada por los encantos
de la madre naturaleza;
mártir de mi sonrisa eterna.

No hay mayor paraíso
que aquel que edifica mi musa,
aunque me encierre en esta celda
de poesía difusa.

Sumergida en este,
mi mundo de irrealidades,
fugitiva de un castillo encantado,
que me abstrae de las verdades.
Soy una presa de mis obligaciones,
soy libre de elegir mis pasiones
y sentimientos,
aunque, en ocasiones,
me supongan el tormento.
Me sobran las palabras,
cuando unos ojos me hablan,
me embriaga este calor,
pero hoy, sólo hoy,
quiero dármelo yo.
No voy a rechazar
ni sonrisas, ni miradas,
pero ahora,
sólo quiero estar sola,
con la almohada.
No quiero a nadie, robándome la paz,
quiero escucharme, sin importarme lo demás.
Fue un placer encontrarme de nuevo,
pero no alcanzo el nirvana si no me pierdo.

No hay mayor paraíso
que aquel que edifican mis musas,
aunque me encierre en esta celda
de poesías difusas.

No te asustes al encontrarme
en mi rincón solitario,
con los huesos escuálidos,
vomitando versos cálidos,
sobre los papeles pálidos.
Me disocio, hoy, de la vida terrenal,
me dirijo, hoy, a mi mundo espiritual,
es sólo otro modo de vivir,
volar y ser feliz,
dolor interior autoinflingido,
negligencia contra mí,
otro modo de sentir,
arañarme yo solita las entrañas,
¿te extraña?
es un modo de escribir,
hacerme daño
y que mi corazón de hielo
se derrita con el fuego,
aprendiendo a latir,
saberme viva.
Crucificarme,
desangrarme
y que me salga el mejor verso,
no morder, ni despreciar
a los que más quiero:
Me encierro.

Desidia otoñal

Han volado las hojas de los árboles,
¿qué más dá?
el cobijo de sus sombras es hoy prescindible,
porque este sol
es inepto de calentarme el corazón.
Inmensas ojeras
pueblan las cuencas de mis ojos,
desconozco la razón, desidia otoñal,
sólo me impulsa a dormir y a soñar.
Diversas voces van nublando mis sentidos,
numerosas corrientes me conducen por siniestros ríos;
entre las nubes, escapan rayitos de luna,
energía insuficiente, me atrapan mis dudas,
¿las resuelvo?
no, las evado, me revuelvo.
En mi mesa, libros, apuntes y demás
¿qué más da?
incapacidad de concentración,
desidia otoñal.
Sólo me atrapan las sábanas
de cualquier cama,
estímulos externos,
numerosas corrientes,
y todos me quieren apresar,
¿qué más da?
yo sólo me dejo llevar.
Quiero oír,quiero oler,
quiero mirar, quiero morder,
quiero tocar
... sentir,
pero soy incapaz,
desidia otoñal.

¿Qué importará?
Hoy sólo me preocupa
que las musas
no me abandonen más.
Desidia otoñal.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Isabel... mi otra heroína cotidiana

Aún hoy, resuena
una melodía
cada vez que alguien
pronuncia tu nombre:
Isabel...

Cuanto más pasa el tiempo,
mejor te recuerdo,
y tu sonrisa
y tus ojos indescriptibles,
van marcándose intensamente
en mi retentiva,
sin embargo,
no puedo rememorarte
con nostalgia,
tan sólo
viva,
alegre
y cantarina...

Te reproduzco preparando
café para todos
en las mañanas,
mientras cantabas:
"Y en sus ojos la
fiebre brillaba"
elevando tu voz,
al menos tres tonos,
y todos los presentes,
reían a carcajadas;
o cuando tratabas
de disimular una ventosidad
con un
"¡uy! se me ha descosido
el vestido";
nadie había
con más gracia
para la vida,
avivabas con arte
toda hoguera
medio encendida,
escribías anécdotas
tronchantes,
escondías, escritas,
en viejos
cuadernos las filosofías
que más ensalzaban
tus alegrías
y tu adorable capacidad
de rendir homenaje
sólo a lo bueno,
por miserable y podrido
que estuviera por dentro.

Me encanta recordarte así:
graciosa, imperfecta, cálida,
vivaz, positiva, jovial...
Y tu modo de adornar las historias
para que nunca concluyeran mal...

Todo lo que fuiste, abuela,
y el adiós que no pude darte
y el te quiero que jamás te llegó,
quería contártelo hoy,
a sabiendas que lo recibirás,
porque nadie prevalece
más vivo
que aquellos que habitan
en nuestra memoria.

Me gusta recordaros,
a ti y a mi madre,
discutiendo, jugando,
charlando y riendo
y luego pensar un rato en mí
y ver el reflejo de las dos
entre muchos de mis rincones
y convencerme
de que nunca te dije adiós
porque lo mejor de ti,
sigues siendo tú,
sigue estando en mí.

Noche otoñal

Anuncian, desidiosos,
los árboles desnudos,
la llegada del otoño,
templado.

Se apaga hoy el sol
y, la ciudad,
más despierta que nunca,
comienza su expedición...

Vagan las almas, solitarias,
buscando el regocijo
de la compasión
en un revolcón;
las parejas fornican
en bancos de parques,
evadiendo rutinas;
la tristeza
se canaliza
en desenfreno,
vicios
y los peores excesos;
las putas, sus culos,
sus clientes, sus chulos,
reyertas,
metáfora de nuestra
putrefacción,
la mejor representación;
hombres con
los güevos cargados,
mujeres infelices
buscando
el calor humano...

Noches vacías,
noches a toda prisa;
amanece, sale el sol,
todo en calma
y los mismos vacíos
en sus almas.

(Octubre 2010)

martes, 16 de noviembre de 2010

La búsqueda de las musas

Un eco tras las montañas
llega a todos los rincones del alma,
como llega sol sobre los pinos,
justo antes del alba...
¿serán ellas?

Al fondo, olor húmedo
¿será el rocío?
da lo mismo, se lo llevará
el río.
¿Y la luna llena?
¿Cuánto falta para que vuelva?
Y viene la luna, besa su cara...
¡Vaya! tampoco era la luna.
"¿A quién esperabas?"
Y no escucho nada.
¡Ah! la arena me inspira,
y la pruebo,
me revuelco.
"No, tampoco la arena
valía de nada."
¿Qué fue del fuego?
"Ya te quemaste,
lo mandaste lejos."
¿Y ahora? ¿Me tiro al mar?
"No lo intentes, te ahogarás"
"Siéntate y observa".
"Tu poesía no la impulsa
la búsqueda desenfrenada de tu musa;
es la unión de todo aquello
que tus ojos contemplan".
¡Qué golfas mis musas!
¿por qué huyen despavoridas
cuando mi cabeza más las precisa?
"¡Ah, bien!
No las busques,
vendrán solas,
cuando menos las esperas."
¿Sí?
¿Y si no vienen? ¿Las espero?
"No, tal vez no vuelvan,
tú sólo siéntate, observa,
tú sólo siente, disfruta,
entonces, quizás, como
una primavera trae fruta,
reaparezcan tus musas."

Y entonces...
Un eco tras las montañas
llega a todos los rincones del alma,
como llega sol sobre los pinos,
justo antes del alba...
¿serán ellas?

Y me agarran de las manos,
y me elevan,
hasta tocar las estrellas.

Destruyamos los mitos

Débil ser humano,
sustenta
toda su historia y supervivencia
a través de mitos (reales o imaginarios)
que, a su vez,
impiden su expansión.
Sus ídolos se extienden
por cualquier lugar del mundo,
mientras,
el hombre
se limita a edificarles pedestales,
que le roban sus días.

Ya ves, nuestros mitos creciendo
por fuera y en nuestros adentros
y, nosotros, los hombres,
perdiendo el tiempo.

Desestructura tus mitos,
sé tú
tu único rito.
Piensa en ti.
¿Cuesta? ¿Duele?
Claro que cuesta,
por supuesto que duele.

Destrúyelos.

domingo, 14 de noviembre de 2010

La pérdida de tus dones

Te dieron el don de la vida
con belleza, gracia y simpatía
tenías familia
e incluso gente que te quería...
lástima, todo aquello
lo eclipsó tu tontería.

Y, cada vez con más frecuencia,
descendías a los infiernos,
vendiendo el néctar
más caro
de entre todos los sesos muertos;
con famosos o millonarios,
te encerrabas en los baños,
cerrabas los ojos,
apagabas tus sueños.
Cada vez más flaca,
cada vez más puta,
cada vez más barata,
perdiste todas tus virtudes
creyendo dominar magnitudes.
Y cada vez menos buena
y cada vez más fea.
¿Para qué tanta belleza?
¿Para qué tantas tetas?
Ya sólo se valora, y poco,
la miel de tu entrepierna
que, tu falsa astucia, vende
por líneas blancas
que atraviesan tu calavera.
Reina insaciable,
¿acaso no lo sabes?
los ricos también pillan las venéreas,
pero tu coño ya no entiende de barreras.

Y, cada vez más fría,
creyéndote la mejor diva,
pasa efímera tu vida.
Abre los ojos y despierta, nena,
cada día estás más muerta.

Mirada a lo infinito

Mirada infinita
y, a su vez, transparente
clavada en el horizonte,
despistada,
ensimismada,
sensitiva,
pensativa,
cautivada
por la belleza
que sus ojos contemplan;
de pronto,
una voz,
le devuelve la conexión
a la realidad
y, vuelta a empezar,
a estresarse de obligaciones,
colmarse de cargas morales,
angustiosa responsabilidad
y así, abandona sus fantasías...

Y, por la noche,
sola en su paisaje,
de nuevo,
su mirada infinita
y transparente,
justo al borde de perder la conciencia,
contempla el paraíso natural,
repone las energías
que desgastó el día terrenal.
Se tumba,
desnuda en la cama,
se dispone a soñar.

Y mañana...
¡mierda!
otra vez, esa voz.
De vuelta a la realidad.

sábado, 13 de noviembre de 2010

A mi heroína cotidana

La verás, al fin,
caminando altiva
por las calles de Madrid.
Su mirada y su sonrisa
reflejan la victoria
de aquella que se siente
vencedora y no vencida.
Cuentan que su corazón de fuego
se fundió en acero,
pero lo que no entienden
es que aún siguió latiendo.

Perdiste batallas, mamá,
pero ganaste la más esencial,
la lucha contra ti misma,
el mejor galardón de toda tu vida.
Supiste bien sufrir y llorar a tiempo,
te despojaste de todo aquello
que tan sólo te servía de lamento.

Es realmene admirable
que, en tus peores momentos,
te pusieras a ti por delante,
con el único objeto de salvarte.
Ahora, los que más te queremos,
nos enorgullecemos
al seguir bajo tu calor.

¡Qué fuerte eres, mamá!
¡Cuánto te admiro!

Qué bien aprendiste las lecciones
de tus heroínas cotidianas;
siente tú también ese orgullo,
que los niños de tus ojos,
saben bien, su aprendizaje es tuyo.

Y siempre te me quejas:
"que nunca me regalas nada"
¿te parece poco, mamá?
Si todas las mañanas,
justo antes de abrir mis pestañas,
recuerdo quien soy
y te doy
mil GRACIAS.

PD: Llorarás tanto como yo
       cuando leas esto...
       Buena señal, estas lágrimas
       son el reflejo
       de que, por fin,
       se cumplen nuestros sueños.

A mi gente

¡Joder!
Con cuántas ganas
me he levantado esta mañana.
Después de múltiples reflexiones,
al fin, he llegado a conclusiones.
Hoy sé que no quiero irme un día de este mundo
sin contarles a todos los que quiero
lo muchísimo que les siento.
No, hace tiempo que
abandoné mis miedos.
Esta mañana con energía
y fuerza en mis manos
me dispongo a escribiros
lo bien que me hacéis sentir
por teneros a mi lado.

Autoorganización. Hoy es el día

Hoy he renovado mi armario
y he colocado mi cuarto.
Hoy he vaciado mi antiguo coche
de viejos trastos.
Hoy me he montado en mi nuevo vehículo
y me he dirigido al vertedero
a despojarme de los viejos trastos
y mis turbios sueños.
Hoy empiezo de cero,
mañana estudio,
mañana me centro.
Hoy voy a tu casa,
me pones música y bailo.
Hoy nada me puede,
hoy nadie me vence.
Hoy, la luna sonríe en creciente;
hoy el sol sólo luce en presente.
Hoy no salgo
que mañana me levanto.
Hoy me quedo al calor
de mis dos hermanos
y ninguno habla del pasado,
hoy está olvidado.
Sí, hoy es mi día,
hoy mis ojos brillan.

jueves, 11 de noviembre de 2010

Reincorporando afectos

Es cierto,
que cuesta
asumir afectos
tras múltiples
mellas en el
corazón,
la vida es un
camino de
muy largo recorrido
y, en sus márgenes,
nacen bifurcaciones
por las que, en ocasiones,
marchan los amigos;
sin el mal de amores
no avanza tu destino
y, el tema familiar
es muy bonito
cuando vives en un
cuentecito
de hadas,
allá en tu infancia...

Pero un día creces
y, al pensar en tu vida,
la sientes efímera.
Antaño me dañaba
de nostalgia al recordar
aquellos años, sin embargo,
cuando menos lo esperaba
mís días se compartían
y se llenaban
con sonrisas de sabor a presente,
algunas eran las de siempre,
otras, sorprendentemente,
me iluminaban
de olor a novedad.
Así que, con todo
y con eso,
la vida me ha enseñado
a abandonar el pasado,
cuando este
sólo existe para el daño.
Y, aunque hoy me muestro
consciente
de que los caminos de rosas son
inexistentes,
ya no me asusta querer a mi
gente.
Bien, es cierto, que,
retardo más el establecimiento
del vínculo,
caminando con pies de plomo,
sin embargo,
más vale un rato bueno
y uno malo
que uno medio malo
y otro malo.
El nacimiento del vínculo,
con cautela,
sólo puede enriquecerte.

Sí, es mucho más valioso
aquello que nos cuesta
conseguir
y más valemos
cuantos más motivos
otorguemos
para querernos.

GRACIAS a aquellos
que emanan
tanto calor
y disfrutan de aquel
que les doy yo.

Nunca olvido
a aquellos que
quedaron atrás en
el camino,
pero también, os digo,
que jamás me retiro
de aquellos que,
cada día,
caminan conmigo.

En el mar de la alegría

¿Qué importa lo que fuiste
ayer?
¿Qué más da lo que seas
mañana?
¿Quieres saber quien soy
hoy?

Me encontrarás
allá,
donde los caminos
surcados,
forman perpendiculares de
felicidad.

Me encontrarás
allá,
donde el odio
no tiene un
lugar.

Me encontrarás
allá,
donde el cielo
sólo se viste de
libertad.

Me encontrarás
allá,
donde mis ojos
sólo saben de
los amaneceres que
vendrán.

Me encontrarás
allá,
donde el perdón
no es una mera
formalidad.

Me encontrarás
allá,
en aquel paraíso
donde mi sonrisa
no conoce el
final.

Búscame en el valle
que formó
el río de la libertad,
cuya corriente se
nutre de las penas
que ya no dolerán
y, la luna,
reflejada en la copa de los
pinos,
se bebe, cual copa de
vino,
la esencia de aquello que
fuimos.
Burlémonos del poder
de la naturaleza,
hasta el infinito,
lo justo,
para perder la cabeza.

Me encontrarás
allá,
en mi conciencia
sólo hay lugar
para colorear
los senderos de la
soledad.

¿Y tú?
¿Por qué vereda
pasearás?
Tu sonrisa me comenta
que hace tiempo
encontraste el surco,
donde las melancolías
quedan atrapadas
entre los arbustos.
Pisa fuerte
por tu senda de la felicidad
y, en el mar de la alegría,
me encontrarás.

Si vienes saldremos
a volar.

lunes, 8 de noviembre de 2010

No es un juego

Desengañémonos.
Ya no hay amor,
ni cariño,
ni ilusión...
En este juego,
nuestros sentimientos
son un tablero
sobre la mesa
y, en su izquierda,
como fichas,
nadando entre la desdicha,
nuestros corazones,
avanzando a trompicones,
y gana el número
más alto
que el azar
puso en los dados,
y, el único motivo
para querer continuar
es competir con la
persona a la que
(nos engañamos)
pretendemos amar.

¡No!
Nuestros sentimientos
no son un juego,
porque son de fuego.

¡No!
Simples fichas
no son nuestros corazones,
porque bombean pasiones.

¡No!
No quiero sacar ´
el número más alto, al azar,
en los dados.

¡No!
Las guerras no se
hacen con aquellos
a quienes amamos.

Para mí,
vivir,
no es competir,
sino compartir
y ser feliz;
no tenemos
que probarnos,
sino completarnos.

¡No!
He comprendido,
no quiero seguir jugando,
me retiro.

He ganado.

viernes, 5 de noviembre de 2010

A ti, que sólo quieres ser feliz

Enamórate todos los días,
enamórate de la vida.
Aférrate a las pequeñas cosas
que te dan sentido
para continuar en el camino.
Abre de par en par
las puertas de tu pasado,
para que se fugue o
se quede a tu lado.

Enamórate todos los días,
enamórate de la vida.
Siente lástima
de aquellos que
traten de herirte a ti,
que tintas en azul
un día gris.
Que tus miedos
no te frenen,
que te hagan´
más fuerte,
pisa profundo
y alcanzarás el fondo
infinito del universo,
cerquita de las estrellas
que cumplen tus sueños.
No te dé pánico
el dolor,
supéralo,
ámalo,
llora y siéntelo,
mañana se abrá ido
y sino, arrójalo al río.
No huyas del amor,
abrázalo
y, si tiene prisa,
déjale marchar,
lo superarás.
Vive cada momento
como si no existiera
el mañana,
no te torture
el futuro,
tal vez no lo haya.
Expresa libremente
todo lo que sientes,
compártelo,
sé solidario,
reparte tu sonrisa.
Abre bien los ojos
al mal,
combátelo, siempre,
desde el amor;
debilítalo, siempre,
desde la ignorancia.
Abraza y besa
cuando te lo requieran.

Y...
¡Enamórate todos los días!
¡Enamórate de la vida!

martes, 2 de noviembre de 2010

Mi personalidad

Mi personalidad es como
una cebolla,
cuyas capas has de pelar
si quieres llegar al final.

Mi personalidad se
compone de
caparazones y corazas
que disfrazan
lo real.

A mi personalidad
le encanta
debilitarse y desnudarse
ante los demás.

Mi personalidad,
ante los cortes
profundos,
no llora,
hace llorar.

Y después de todo,
te encuentras en
mi personalidad,
millones de finas capas,
fáciles de traspasar,
unas cargadas de bien,
otras trasladando al mal.

Me encanta que me
debilitéis
y desvistáis
y me lleguéis
hasta el final...
donde,
para sorpresa de todos
(incluída mi personalidad)
se halla, resurgiendo
de entre las cenizas,
la piedra pómez,
bajo el nombre
"Autoestima",
que, aunque es dura,
tiene penas,
que, aunque es sensible,
sólo se queda
con las cosas
buenas,
y me encanta estar
desnuda y encontrarla
una vez más,
ella es mi personalidad.

domingo, 31 de octubre de 2010

Cayó la noche

Otra noche en Malasaña,
esperando la guadaña
del amanecer tardío,
hoy no hace frío
y tampoco hallamos el calor,
tan sólo el vacío
de otro colocón...
Las voces pasan fugaces,
la música parece
producto de la imaginación
y nosotros, charlando,
soñando,
cómo vivir en la luna...
Es duro, que, en dos horas
el sol nos traslade
a la realidad
y, cuando abramos
los ojos
sepamos que ya nada
queda por soñar
y que la única verdad
la marquen nuestros pies,
al caminar.

viernes, 29 de octubre de 2010

Fuga de ideas

Fuga de ideas,
que sólo sirven
de algo
cuando el papel
las recuerda.
Ideas,
que se
escapan, a todas
horas,
ideas,
que me
están volviendo
loca.
Por eso escribo,
es el único
modo
de trasladar
el delirio.
Ahora, las
plasmo en papel
y mi locura
le cede el paso
a la cordura.

Es sólo una enagenación

Quisiera borrar tu mirada
azul
de mis entrañass
y no ver tu pelo
rubio
coloreando las pajas
y que los rayos
del sol
no me recordasen
cómo es
de bonita tu alma.
Quisiera que
dejases de ser
el ladrón de
mis sueños,
el patrón
que cortó
todos los telares
de mi universo.
Porque es absurdo,
porque no existes,
porque eres sólo
una sobrestimación
que mi enagenación
creó...
Y desde entonces,
todos mis telares
los corta el mismo
patrón
y todos mis sueños
los roba el mismo
ladrón.
¡Joder!
Quería olvidar
tu mirada
y no puedo,
porque veo su
reflejo
cuando me miro
en el espejo.

jueves, 28 de octubre de 2010

Barrotes en tus ojos

No es la primera vez
que te vomito
el corazón sobre papel.
Pero sí la primera vez
que lo verán tus ojos
y escucharán tus oídos...

A penas estábamos
abandonando la infancia
cuando tus primeros raps
(cargados de tus recientemente
adquiridas ideologías)
y mis cursis e infantiles
poemas de desamor
marcaban nuestras evasiones
a la realidad,
mientras contemplábamos,
en los cerros de Quijorna,
a las estrellas
y nuestras ansias
de volar hasta ellas
y Gaby, peinando sus cejas.
Luego, unos inocentes
rituales sátanicos
de los cuatro magos
curaban los quebrantos.

Cocaína y sus amigas
aparecieron en tu
vida
y complicadas circunstancias
en la mía,
eclipsando nuestro
corazón pueril
a nuestra cabeza, loca,
por vivir.
Se estancó mi vuelo
y el tuyo cayó en picado...

Te invadió un extraño odio
hacia ti mismo
que te condujo al abismo
de aquellas cuatro paredes
(el correccional)
donde mis cartas
no eran suficientes...
Y, muy aleccionado,
saliste de aquel lugar,
pero seguías enjaulado,
en recovecos de tu personalidad.

Varios tumbos, unos bandazos

y tu cuerpecillo delgado,
otra vez, encerrado
y pesos de plomo
en mi conciencia,
por no tener fuerzas
de hacer un hueco
para llegar hasta Meco
a mirar las sombras
que, en tus ojos verdes,
proyectaban las rejas
de aquella, tu celda.
Y un dolor en el pecho
cuando, en el peor
de mis momentos,
preguntaba una voz conocida:
"¿Qué sabes de Christian?"
y mis hombros sólo se encogian.
Y lágrimas de mis ojos
a tu camiseta
cuando, al fin, apareciste,
por sorpresa.

Últimos tumbos,
últimos bandazos,
últimos abrazos...

Y ahora nos hallamos,
tú allí (en Madrid),
yo aquí (donde siempre),
contemplando al presente,
como dos supervivientes
de nosotros mismos
y de nuestra hipersensiblidad
hacia/con la gente.
Tú, con más mérito,
saliste de entre los cartones,
a mí nadie
me robó mis algodones.
Y un repaso a lo pasado
nos muestra que ya está superado.

Ahora sólo espero que,
a pesar de los pesares
y de nuestros abismos
espacio-temporales,
cuando busques
en diccionarios y enciclopedias
una definición de amistad,
sea mi nombre el que marque
el punto final.

Y que un brillo en tus ojos
simbolice que tu libertad
ya no es condicional.

Ahora me alimento de mis adentros

He bebido de la
sangre
que emanban
los corazones
que bailaban
a mi alrededor,
he dado mordiscos
flatulentos
a las entrañas
que me arropaban
y, tras perder
mi tiempo,
encontrar abrigos,
pasar frío
y llenar mis
intestinos,
aprendí
que ya era
suficiente,
que de nada
serviría probar
el sabor de lo
ajeno
con un alma
insípida
y, cuando
me dolió,
se condimentó,
despegó sus alas
y, en el vuelo,
encontró
la cura de sus
duelos
y la disposición
y la exposición
y la pérdida
del miedo
a amar,
y sentirlo de verdad.
Ahora ya no
plasmo a nadie
con la punta
de mi boli
y mi único afán
es conocerme
más y más,
una vereda
hacia la felicidad.
El único modo
de poder
amar.

martes, 26 de octubre de 2010

Comprender antes de odiar

Es irónico que a ti,
quien consideraba
el ser más
deleznable del planeta,
mi peor enemiga,
la más sucia persona
que se ha cruzado
en mi vida...
Es irónico
que sea tu figura
la que me haya
enseñado a
quedarme en paz
conmigo, a racionalizar
al odio.
Han pasado muchos
años, y, sin embargo,
en mi cabeza,
es hoy que el destino
se pone de tu lado,
al comprender
que estabas enferma.
Curiosamente,
mi camino,
se cruzó con la
horma de tu zapato
y, extrañamente,
he asumido
al único ser
que ayer
había odiado.
Hoy, desde aquí,
y a pesar de los pesares,
te pido perdón,
por no comprender,
hace años,
tu fata de educación,
de respeto
y de compasión,
por odiarte
antes de estudiarte.
Me alegra saber
que eras sólo una
enfermita,
dado que perdía
esperanzas de todo
al mirar tu carita
y preguntarme:
¿cómo puede habitar
en la tierra gente tan
podrida?
Ahora, puedo pensar
en ti, con cierta
compasión,
aunque sigas siendo
sólo una zorra
(hay cosas que no cambian),
pero ya, ni mucho
menos, te deseo
lo peor,
eso sí, cuando actúes:
¡Lejos de aquí, por favor!

lunes, 25 de octubre de 2010

Pasa la pelota

Va botando una pelota,
va botando sin igual
y se cuela en el congreso
y salta el presidente:
"¡Qué agobio, qué mala suerte!"
Y proponen los ministros:
"No se preocupe, señor mío,
la camuflamos entre el pueblo
y que busque su camino"
Una ligera patada
y le llega la pelota
a la clase alta.
Y suelta el ricachón:
"¡Uys! ¿Qué es esto?
¡Menudo pelotón!
¡Quita, quita!
Por algo están mis empleados"
Puñetazo y le llega al proletariado.
Y dicen los obreros:
"¡Qué marrón, ahora todos al paro!"
Y, de fondo, salta un anciano:
"¡Esto no pasó con Franco!
¿Para qué queréis los sindicatos?"
Y coge el proletario la pelota
y se la pasa al movimiento sindical.
Y estos comentan:
"¡Ala!, menudo mogollón,
¿y a esto le llaman libertad?"
Y llegan con la pelota
a la puerta de una facultad.
Y se revuelven los jóvenes:
"¡Al poder el pueblo
ha de llegar!"
Se columpian cuatro días,
se fuman un porrillo
y se sientan en el pasillo.
Y la pelota, solita,
comienza a rodar.
Y la abuela en el salón:
"Anda, hijo, enciende el televisor"
Y gritan las madres:
"¡Por favor, mis hijos se mueren de hambre!"
Y los mozos de instituto:
"¡A mí no me rayes, puto!"
Y aparece en escena,
nada menos que la iglesia.
Y aclama:
"¡Por Dios, por Cristo, por España!
 Y vuelve la pelota
a su punto de partida,
y se cuela en el congreso.
E indecisos, gritan los políticos:
"¡Uf! Por qué poco no perdimos el poder"
Ocupan sus escaños
y comienzan a comer.

domingo, 24 de octubre de 2010

Suicidio natural

He salido a la calle,
a observar,
a mirar a la gente,
a integrarme
en el ambiente.
Hoy he sabido
que el ser humano,
en general,
posee un gran vacío,
sólo piensa en trepar,
en querer ser mejor
que los demás
y sus intentos,
y su absurda búsqueda
de la autosatisfacción,
suelen ser erróneos...
¿Para qué tanto consumismo?
¿Para qué las noches de embriaguez?
¿Para qué besar al aire?
Si al final, mañana,
te vas a sentir igual,
¿a quién engañas?
El único vacío
es el de tu alma.
Es absurdo
que echemos
pelotas fuera,
es pésimo
que seamos
puros actores sociales,
que exacerbemos
nuestros sentimientos,
y nos contemos un cuento,
más tarde un mordisco
en la conciencia,
comienza a sumergirnos...
cuando nos analizamos
y sabemos que sólo
nos engañábamos.
Y yo, que quisiera
ir a contracorriente,
me siento impotente,
cuando veo que eso
me convierte
en una inadaptada
y al final, como una más,
malograda, renuncio a
mi esfuerzo,
me dejo llevar
al fin y al cabo, soy humana,
necesito a los demás.
Suerte que me enseñaron
(y aprendí) a adorarme,
a ser fuerte,
de modo que mi lucha
interior
me motiva
a continuar
a creer en lo que nadie
realmente cree:
que nuestro cambio llegará.
Ojalá estuviéramos
todos dispuestos
a auto-conocernos-escucharnos-cuidarnos
ojalá tuvieramos
tales herramientas...
y que el amor propio
contribuyese a mejorar
nuestro yo-social.
¿No cambiaría absolutamente
de color nuestro mundo?

Es una lástima
que la naturaleza,
nuestra madre de origen,
nos regalase un cerebro...
¿Acaso se quería suicidar?
Tal vez sólo emulamos lo que
ella nos enseñó:
El camino hacia la autodestrucción,
el suicidio natural.

viernes, 22 de octubre de 2010

Corazón de piedra pómez

He descubierto mi
infinita locura,
para saber que es ella
quien encauza mi cordura.
Soy una presa
de mí misma,
en libertad con los demás.
He aprendido a comprender,
antes de odiar.
Los gusanos de mi estómago
me invitan a luchar
con mi yo más vago.
Probablemente nací
salvaje,
en una sociedad
ya edificada.
No te niego
que mi deseo
es perderme en
la vivacidad de la naturaleza,
que me regala fortaleza.
En cambio, es a ti,
sociedad putrefacta,
a quien conozco,
por eso, me quedo
a tu lado,
por eso te amo,
porque confío en el cambio;
huír es de cobardes.
También, he de decir,
tengo
mucho a lo que aferrarme:
mil miradas,
que me saben viva,
quinientas bocas,
que me hipnotizan,
mil oídos
que me escuchan,
millones de caricias,
que me embriagan.
Y es por ellos,
sociedad amada,
que hoy me quedo
entre tus brazos,
dejando crecer
mis alas,
para así volar mañana.
Mientras tanto...
GRACIAS,
amigos, hermanos,
padres, líos...
por dejarme beber,
a sorbos, vuestra razón,
por dejarme comeros
un trozo de corazón.
GRACIAS,
amigos, hermanos,
padres, líos...
por ayudarme a ser
lo que hoy he sido:
un corazón de piedra pómez,
que calienta, que araña.
que es dura y es blanda,
que nace del calor
y se da forma en frío,
que jamás rechaza
el abrigo.
Tan de todos,
tan de nadie,
es así como vivo.
¡Qué ironía!
Por ser feliz... estoy loca...

Cocaína

Cuatro alegres jóvenes,
sentadas en corro,
mantienen una conversación
banal o no,
con los sentimientos
desgastados
o a flor de piel,
da igual.
Cuatro alegres jóvenes
se las pintan sobre
la cartera,
una por mollera.
Con serenidad y sosiego,
aún.
Comentan el ambiente
nocturno, sus ganas
de desbocarse,
las bocas por morder,
su falsa libertad...
¡tiro pa dentro!
Se levantan del suelo,
se aproximan al murmullo
y las pierdo
entre el ruido
del concierto...

Cuatro mujeres,
casi inertes,
se aíslan,
por separado esta vez,
en la habitación.
Se las pintan sobre la mesa
cuatro por sesera.
Con impaciencia y tembleque,
aún.
¡Tiros pa dentro!
Después, con desgana,
se desvanecen en el colchón;
ya no comentan nada;
solas y despojadas
el polvo sesgó sus almas...