miércoles, 25 de mayo de 2011

El último adiós

Perdidos,
como dos sombras entremezcladas
con la oscuridad,
noches de vacío,
besos cóncavos,
huesos del deseo, cúbito y radio del desamor,
abrazos de silencio.
Ojos que no se cruzan,
miradas posadas sobre la luna,
manantiales en las bocas,
formando ríos con afluentes
que no desembocan.
Vernos, dudar,
miedo a pronunciar "futuro",
pánico a los silencios largos,
querernos unos minutos,
justo antesde despertar.
Inmadurez, indecisión y letargo
en nuestras ánimas enfrascados.
Caricias sustentadas con alfileres
y entrepiernas colgando de hilos.
Inevitable era dar un paso más,
imprescindible ir más allá,
aclarar ideas, devolvernos a la conexión neuronal,
y se soltaron los alfileres
y se cortaron los hilos
y avanzamos hacia atrás.
Recondujimos rabias a destiempo,
estampadas contra el rostro equivocado.

Hijos del desengaño,
mutuamente se curaron
para volverse a apalear.

Un paso hacia atrás,
bifurcando los caminos,
diversificando los destinos,
para poder continuar,
líneas de la mano que, por separado,
se vuelven a surcar.

5 comentarios:

  1. besos cóncavos, besos en diagonal, el placer de leerte se va convirtiendo en algo natural, cada vez mejor, me gusta tu poesía y me gusta leerte.
    Besos.

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  2. Muchísimas gracias, Pablo, es algo recíproco. Tus palabras siempre traen alegría a estos parajes!

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  3. Tu poesía tiene música y ritmo, va y viene, como las olas del mar. Cada verso envuelve la mirada para seguir leyendo. Me gustas como escribís okupa.
    Besos.

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  4. Muchísimas gracias, Pablo! Tus palabras siempre son motivo de alegría, me encantan tus visitas y visitarte! Nos leemos.

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