jueves, 9 de diciembre de 2010

Miradas

Mi mejor obsesión,
la respuesta a mi intuición,
se sustenta en las pupilas ajenas;
salgo a la calle,
manos a la obra, comienzo mi persecución.

Hay miradas
que no dicen nada.

Hay miradas
en las que late un corazón.

Hay miradas
maternales, cálidas.

Hay miradas
que desnudan.

Hay miradas
frívolas.

Hay miradas
que engañan.

Hay miradas
que dominan.

Hay miradas
que me hacen desfallecer.

Hay miradas
que te cuentan un secreto al tratar de ocultarlo.

Hay miradas
que desmienten lo que hablaban.

Hay miradas
que me roban la razón.

Hay miradas
fáciles de ser domadas.

Hay miradas
pálidas.

Hay miradas
que siempre sonríen.

Hay miradas
de eterno lamento.

Hay miradas
de maldad.

Hay miradas
que no olvido.

Hay miradas
que nos odian.

Hay miradas
que nos celan.

Hay miradas
que me llegan a intimidar...

Me pierden las miradas azules,
me conquistan las miradas marrones,
me confunden las miradas verdes,
me sumergen las miradas negras,
me enturbian las miradas grises.

No hay mayor belleza,
ni magnánima verdad
sin la cromática del iris.

Siempre viví robando ojos.
Aún no sé qué contarán los míos...

Miradas, miradas...

1 comentario:

  1. ¿Miradas? Las miradas son casi lo único sincero de las personas. Me encanta este poema.

    ResponderEliminar