viernes, 22 de octubre de 2010

Cocaína

Cuatro alegres jóvenes,
sentadas en corro,
mantienen una conversación
banal o no,
con los sentimientos
desgastados
o a flor de piel,
da igual.
Cuatro alegres jóvenes
se las pintan sobre
la cartera,
una por mollera.
Con serenidad y sosiego,
aún.
Comentan el ambiente
nocturno, sus ganas
de desbocarse,
las bocas por morder,
su falsa libertad...
¡tiro pa dentro!
Se levantan del suelo,
se aproximan al murmullo
y las pierdo
entre el ruido
del concierto...

Cuatro mujeres,
casi inertes,
se aíslan,
por separado esta vez,
en la habitación.
Se las pintan sobre la mesa
cuatro por sesera.
Con impaciencia y tembleque,
aún.
¡Tiros pa dentro!
Después, con desgana,
se desvanecen en el colchón;
ya no comentan nada;
solas y despojadas
el polvo sesgó sus almas...

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