lunes, 8 de noviembre de 2010

No es un juego

Desengañémonos.
Ya no hay amor,
ni cariño,
ni ilusión...
En este juego,
nuestros sentimientos
son un tablero
sobre la mesa
y, en su izquierda,
como fichas,
nadando entre la desdicha,
nuestros corazones,
avanzando a trompicones,
y gana el número
más alto
que el azar
puso en los dados,
y, el único motivo
para querer continuar
es competir con la
persona a la que
(nos engañamos)
pretendemos amar.

¡No!
Nuestros sentimientos
no son un juego,
porque son de fuego.

¡No!
Simples fichas
no son nuestros corazones,
porque bombean pasiones.

¡No!
No quiero sacar ´
el número más alto, al azar,
en los dados.

¡No!
Las guerras no se
hacen con aquellos
a quienes amamos.

Para mí,
vivir,
no es competir,
sino compartir
y ser feliz;
no tenemos
que probarnos,
sino completarnos.

¡No!
He comprendido,
no quiero seguir jugando,
me retiro.

He ganado.

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