viernes, 5 de noviembre de 2010

A ti, que sólo quieres ser feliz

Enamórate todos los días,
enamórate de la vida.
Aférrate a las pequeñas cosas
que te dan sentido
para continuar en el camino.
Abre de par en par
las puertas de tu pasado,
para que se fugue o
se quede a tu lado.

Enamórate todos los días,
enamórate de la vida.
Siente lástima
de aquellos que
traten de herirte a ti,
que tintas en azul
un día gris.
Que tus miedos
no te frenen,
que te hagan´
más fuerte,
pisa profundo
y alcanzarás el fondo
infinito del universo,
cerquita de las estrellas
que cumplen tus sueños.
No te dé pánico
el dolor,
supéralo,
ámalo,
llora y siéntelo,
mañana se abrá ido
y sino, arrójalo al río.
No huyas del amor,
abrázalo
y, si tiene prisa,
déjale marchar,
lo superarás.
Vive cada momento
como si no existiera
el mañana,
no te torture
el futuro,
tal vez no lo haya.
Expresa libremente
todo lo que sientes,
compártelo,
sé solidario,
reparte tu sonrisa.
Abre bien los ojos
al mal,
combátelo, siempre,
desde el amor;
debilítalo, siempre,
desde la ignorancia.
Abraza y besa
cuando te lo requieran.

Y...
¡Enamórate todos los días!
¡Enamórate de la vida!

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