sábado, 20 de noviembre de 2010

Desidia otoñal

Han volado las hojas de los árboles,
¿qué más dá?
el cobijo de sus sombras es hoy prescindible,
porque este sol
es inepto de calentarme el corazón.
Inmensas ojeras
pueblan las cuencas de mis ojos,
desconozco la razón, desidia otoñal,
sólo me impulsa a dormir y a soñar.
Diversas voces van nublando mis sentidos,
numerosas corrientes me conducen por siniestros ríos;
entre las nubes, escapan rayitos de luna,
energía insuficiente, me atrapan mis dudas,
¿las resuelvo?
no, las evado, me revuelvo.
En mi mesa, libros, apuntes y demás
¿qué más da?
incapacidad de concentración,
desidia otoñal.
Sólo me atrapan las sábanas
de cualquier cama,
estímulos externos,
numerosas corrientes,
y todos me quieren apresar,
¿qué más da?
yo sólo me dejo llevar.
Quiero oír,quiero oler,
quiero mirar, quiero morder,
quiero tocar
... sentir,
pero soy incapaz,
desidia otoñal.

¿Qué importará?
Hoy sólo me preocupa
que las musas
no me abandonen más.
Desidia otoñal.

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